Janice Doreen Dickinson su verdadero nombre, mejor conocida como Janice Dickinson, nació en Brooklyn New York el 15 de febrero de 1955, una simple chica con un sueño, la menor de sus hermanos en una familia trastornada por un padre quien abuso de sus hijas en varias ocasiones, incluida Janice; desde pequeña ella supo que quería ser alguien grande y alejarse de toda la mala situación en la que vivía, lejos del abuso y la soledad que vivía, impulsada por este sentimiento Janice se dedico a conseguir lo que mas deseaba, ser una modelo.
Janice residía en Nueva York, así que acudió a varias agencias de modelaje, de las cuales muchas le cerraron la puerta pues decían que Janice era una chica con facciones toscas, eslavas y no muy interesante.
Janice continuo insistiendo, posando gratuitamente para fotógrafos nuevos, hasta que logro entrar a una agencia muy importante de NYC, Janice comenzó a acaparar la atención pues su exaltada y vivaz personalidad a la par de su trabajo ante la cámara, comenzó a dar mucho de que hablar.
Tiempo después Janice ya era una de las modelos mas cotizadas del momento, trabajando con marcas y diseñadores de gran importancia, así como lograr aparecer en Vogue en varios países.
Janice tuvo un percance de drogas, pues al ser una modelo de tiempo completo y viajar de París a Milán, de Milán a Alemania en un mismo día la agotaban, eso fue lo que dijo sobre su inicio con la cocaína; Janice asistió a rehabilitación en varias ocasiones.
Janice se auto proclamó la segunda supermodelo de la historia después de Gia Marie Carangi. En una entrevista concedida al programa E! True Hollywood Story, del canal E!, ella describió cómo acuñó el término Supermodelo. Su mánager, preocupada por el exceso de trabajo que Janice tenía en la cúspide de su carrera, le dijo: Tú no eres Superman, a lo que Janice respondió: No soy Superman, soy una supermodelo.
Janice fue una de las primeras modelos en derribar las barreras raciales gracias a su exótica apariencia. Cuando Janice comenzó a trabajar en la industria, Eileen Ford (creadora de la agencia Ford Models) se negó a contratarla debido a sus labios, argumentando: Con esa boca, jamás trabajará. De acuerdo al escritor Stephen Fried, fue en París donde Janice encantó a los fotógrafos franceses y su carrera despegó. De vuelta en Estados Unidos, se destacó de entre todas las rubias de la industria y apareció en la portada de la revista Vogue en diversos países, excepto en el suyo.
Janice, un icono entre todas las modelos, una leyenda de la industria, y un ejemplo para muchas personas, la chica de la alocada y vibrante personalidad, sin duda es una modelo Icono, toda una Supermodelo.
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